Brasa brasa y mucha brasa… Calsot:
En realidad se escribe Calçot, y es de la familia de la cebolla. Típico de un pueblo del mediterráneo llamado Valls. La temporada comienza a mediados de octubre y finaliza a mediados de abril. CALSOT es el mejor restaurante donde los puedas probar.
El Calçot o Calsot, forma parte de un ritual gastronómico que requiere ensuciarse las manos, ponerse un babero, reunirse con amigos, relajarse y desconectar. La calçotada es una fiesta que se celebra comiendo y bebiendo. El menú puede ir acompañado de ensalada, pan con tomate y calçots con salsa romesco, todo ello se riega con un buen vino .
Los auténticos calçots se cocinan sobre el fuego y se sirven en una teja y envueltos en papel de periódico. Son feos y están negros y calcinados, pero cuando los desnudas descubres su belleza y sabor interior.
- Me presentan en la mesa una ración de calsots, que feos son… Bueno a lo que vamos, los cojo de ambos extremos y presiono la parte inferior…
- Una vez que sientes como la parte quemada se desprende del resto se procede a desvestirlo. Tira con decisión y hallarás el tesoro que se esconde en su interior.
- El tomate con pimientos, ñoras, almendras, ajos y aceite de oliva asados en las brasas crean una mixtura a la que ningún calçot se puede resistir…
- Ya está listo para degustar su suave textura, no podrás parar. ¡Peligro manchan! No te olvides de ponerte el babero.